miércoles, 27 de febrero de 2013

Meditación...


............Meditación caminando....................



Se dice que alguien le pregunto al Buda "¿Qué es lo que tú y tus discípulos practican?
El les respondió: ..."Nosotros nos sentamos, caminamos y comemos".
Entonces volvió a cuestionar: "Pero cualquiera puede sentarse, caminar y comer".
A lo cual el Buda contestó:
"Nosotros, al sentarnos, estamos conscientes de estar sentados, al caminar, estamos conscientes de estar caminando y al comer, estamos conscientes de estar comiendo."

Como realizar la meditación caminando:

1. Sin propósito.
Al caminar no te enfoques en ningún propósito en particular. Disfruta simplemente el hecho de caminar. Date el permiso de disfrutar y observar intensamente sin ningún juicio a cada paso que des.

2. Desapego.
Despréndete de tus preocupaciones y ansiedades mientras caminas. Al entrar en esta dinámica de caminar conscientemente, no hay cabida para ningún otro pensamiento que no sea el de estar atento al presente. Date permiso de simplemente caminar unos cuantos minutos simplemente por el hecho de caminar.

3. Sonríe como el Buda.
Si dibujas una leve sonrisa en tu rostro tal como lo hacia el Buda mientras caminas, comenzarás a experimentar una profunda sensación de paz, serenidad y bienestar total. "Al sonreír todo tu ser se renueva y tu práctica se fortalece. No tengas miedo de sonreír."

4. Respira conscientemente.
Este es uno de los ingredientes más importantes de esta práctica. Respirar conscientemente significa estar presente en cada inhalación y en cada exhalación. Presta atención a tu respiración mientras caminas.

5. Cuenta tus pasos.
Una buena ayuda al principio es contar los pasos cuando inhales y exhales. Si en el momento de tomar aire ya llevas 4 pasos, cuenta mentalmente del 1 al 4. Si al exhalar solo llevas 3 pasos cuenta del 1 al 3 sin intentar controlar o acompasar. Simplemente conviértete en un observador de tu respiración.

6. Gathas.
También, en lugar de números puedes pronunciar palabras con el ritmo de tu respiración. Puedes seguir el ritmo por ejemplo con la palabra Aquí/Ahora. Si das cuatro pasos con la inhalación puedes decir con cada paso "aquí", "aquí" , "aquí", "aquí". y en la exhalación: "ahora", "ahora", "ahora", "ahora",. Puedes utilizar cualquier palabra o frase que tenga sentido para ti. También las palabras Llegando/Casa. Siéntete libre de usar tu creatividad y usar palabras que resuenen dentro de ti.

7. Camina como un emperador.
Date el permiso de caminar con seguridad como si fueras el soberano de este planeta. Que cada paso que des sea una afirmación o un mandato real hacia la Paz y la felicidad de la tierra.

8. Pasos de flor de loto.
Visualiza que con cada paso que das en la tierra brota de ella una hermosa y radiante flor de loto o la flor de tu preferencia. Esta técnica en particular te parecerá extraña pero créeme que vale la pena intentarlo. El sentimiento de arraigo y plenitud de esta práctica esta más allá de las descripciones que pueda realizar.

9. Camina cuando estés enojado.
En ocasiones cuando más necesitamos de estas herramientas es cuando más pretextos ponemos. "No estoy de humor para eso", "cuando se me pase el enfado lo haré". Sin embargo es en esos momentos en que más lo necesitamos. Es por esto que entre más practiques estas técnicas, más fácil si te hará hacer uso de ellas en el momento en que de más las necesites.

10. Aprovecha el momento.
No existe el momento perfecto para caminar conscientemente. No te limites a programar "un espacio" para meditar caminando. Aunque lo ideal sería caminar por un sendero inspirador tomándonos el tiempo cada día para realizarlo, tu realidad puede ser muy diferente. Aprovecha cada momento del día para caminar conscientemente. Cuando estaciones tu coche camina hacia tu destino conscientemente. Cuando estés en la calle, de camino a la parada, en el centro comercial, simplemente recuerda sonreír y aprovecha el momento.

martes, 19 de febrero de 2013

Saboreo cada Acto


Saboreo cada acto”.


Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba.

Menos mal que a... pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome.
¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario!
Desde entonces me atreví a ser como soy!

Tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: vegetarianos que devoran al prójimo con su intolerancia, personas que caminan con un cartel que dicen: "Yo se más que tu";
Médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estupidez su manera de vivir.

El árbol anciano me enseñó que todos somos lo mismo.

La montaña es mi punto de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando imparable, soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción, prefiero la imaginación a lo indio, es decir inocencia incluida. Quizás solamente teníamos que ser humanos.

El que tú no veas los átomos, no significa que no existan. Por eso es muy importante que sea el Amor lo único que inspire tus actos. Sin Amor nada tiene sentido, sin Amor estamos perdidos, sin Amor corremos el riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la luz. En realidad, sólo hablo para recordarte la importancia del silencio. Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy un sabio, sólo un enamorado de la vida. El silencio es la clave, la simplicidad es la puerta que deja fuera a los imbéciles.

La educación oficial te prepara para que seas tu propia interferencia. Es interesante ver cómo los programas educativos eligen cuidadosamente todo lo esencial para descartarlo; así, no se enseña a vivir ni a morir, a amar ni a reír. La gente feliz no es rentable, con lucidez no hay necesidades innecesarias.
No es suficiente querer despertar, sino Despertar. La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a quienes duermen al lado. Recuerda que el deseo de hacerlo bien será un interferencia; es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto; la meta no existe, el camino y la meta son lo mismo, no tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.

No, no te resistas, ríndete a la vida, quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, entonces se encarnan las utopías y lo imposible se pone a disposición. La mejor manera de ser feliz es: "ser feliz"; reconstruye tu raíz y saborea la vida; somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos.

El corazón está en emergencia por falta de amor, hay que volver a conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella; nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz. Quizá sólo seamos agua fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros, mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.

La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.

Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez, amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones. El amor es, a nivel sutil, la esencia de nuestra instancia inmunológica. Sin amor, el síndrome de inmunodeficiencia será adquirido inevitablemente y ello es mortal. Desde mi corazón indígena sospecho que ser infeliz es una evasión.

¡Cuán fácil es hacer tonterías en este mundo moderno!
Sospecho que el hombre empezó a equivocarse hace mucho tiempo, es decir que ya es tiempo de rectificar la marcha, y reorientando el paso, retomar la sagrada senda del sol. No es posible llegar a nuestro sitio sin trascender el egoísmo; no es posible acceder a la vida plena sin haberse purgado previamente de miedos y temores.
La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de antemano la simplicidad;
la gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la sensación de felicidad les resulta sospechosa; la gente está tan reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira desconfianza.
Hay cosas que son muy razonables y… apestan.
Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.

...Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada.

Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites, haz solo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.
La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia, cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual, la noche se vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.
No importa lo que digan de ti… Lo que los demás esperan de ti pueden convertirte en una cárcel; digan lo que digan de mí yo soy el que soy.


Del libro, “Me declaro Vivo” por Luis Espinoza (Chamalú), 1994

lunes, 11 de febrero de 2013

Caminata con...


     Caminata con Dios (por Mary Jane Henderson)

 

En un momento u otro, todo el mundo se ha preguntado: ¿Cómo encuentro a Dios? ¿Quién y qué es Dios? Aunque quizás no podamos  comprender plenamente a Dios, tenemos disponible una fuente para discernir un poco de la naturaleza de Dios. La Biblia nos dice que somos hechos a la imagen y semejanza de Dios y que “Dios es Espíritu” (Jn. 4:24). Esto significa que nosotros también somos espíritu; somos espirituales y divinos. Si deseamos encontrar a Dios, sólo tenemos que mirar dentro de nosotros para descubrir nuestra divinidad.

Cuando a Jesús le preguntaron: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la Ley?” (Mt. 22:36), Su respuesta fue: “ ‘Amarás al Señor tu Dios…' Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo'”. (Mt. 22:37-39).

Pero, ¿nos amamos a nosotros mismos? Si hacemos esta pregunta con honestidad, haciendo a un lado cualquier falsa modestia, nuestra respuesta debería ser que sí. Lo que amamos en nosotros es realmente nuestra bondad inherente, nuestra divinidad. El conocimiento de esta verdad sencilla puede hacernos libres.

Nuestras buenas características con un índice de nuestra divinidad y de nuestros seres verdaderos. Cuando expresamos amor, somos muy parecidos a Dios, porque Dios es amor. Toda nuestra amabilidad es Dios obrando por medio de nosotros. ¿Nos consideramos sinceros, tolerantes, pacíficos, generosos, nobles, gozosos y colaboradores? Esto es Dios expresándose por medio de nuestra humanidad. Estas cualidades son los regalos que el Espíritu nos da para que los utilicemos todo el tiempo.

Siempre hemos sabido que necesitamos a Dios, pero quizás no nos hayamos dado cuenta de que Dios nos necesita. Sin esta creación —lo que llamamos vida, naturaleza, hombre, mujer, niños, todas las cosas vivientes— no veríamos a Dios. Toda la creación es la identidad de Dios expresada.

Cuando comenzamos a reconocer a Dios en esta manera, tomamos conciencia de los rasgos positivos que demostramos cada día.

Por ejemplo, cuando nos encontramos con un amigo, ¿qué cualidades divinas expresamos?
“Buenos días” podríamos decir expresando amistad y alegría.
“No está lindo el día?” Nuestra actitud es positiva y alentadora.
“Estás agobiado con tantos paquetes”. Somos observadores y comprensivos.
“Permíteme ayudarte”. Deseamos ayudar y somos generosos y considerados.
“Me alegro de verte”. Expresamos gozo, calidez humana y gratitud.

En un intercambio de sólo unos minutos, podemos expresar muchas buenas cualidades. Al practicar la conciencia de la presencia de Dios de esta manera sencilla, encontramos que cada día es una experiencia resplandeciente e iluminadora. Cada día se convierte en una aventura de autodescubrimiento y de descubrir a Dios.

Nuestra aventura es mejorada a medida que aprendemos a buscar las cualidades divinas en cada persona con quien nos encontramos. Cada una es nuestro “vecino” —la persona que está detrás de nosotros en la fila, la que está sentada a nuestro lado en el autobús, esperando junto con nosotros en el mostrador. Cada ser humano es una creación de Dios y tiene buenas cualidades para ser descubiertas y reconocidas por nosotros.

Las personas son como la música. En nuestro sistema musical, hay relativamente pocos tonos distintos pero ellos pueden ser arreglados una y otra vez en una multitud de maneras y cada arreglo suena diferente. Podemos encontrar personas a nuestro alrededor quienes se expresen de la misma manera que nosotros y es fácil que estemos de acuerdo con ellas y que nos agraden. Otras personas tienen rasgos de su personalidad que nos parecen extraños; como las notas de una composición musical, tienen tempo, acento y dominio diferente al nuestro. Pero si reconocemos que nosotros también poseemos estas cualidades —quizás en un grado diferente— podemos bendecir a quienes nos hacen conscientes de ellos. Al aprender a utilizar estos atributos de la manera correcta, nos expresamos más nuestra divinidad. Y al volvernos más sensibles a las palabras y acciones de los demás, aprendemos a reconocer y amar a la expresión única de Dios que es cada persona.

Qué maravilloso es saber que no importa donde caminemos, no importa con quién caminemos, ¡en realidad caminamos con Dios!
ÿ

domingo, 3 de febrero de 2013

Cambio...


CAMBIO DESDE ADENTRO

 El hombre es un ser mental, y saber esto es el primer paso en el camino a la Libertad y a la Prosperidad, mientras creas ser primariamente fisico, una clase superior de animal, permaneceras en cautiverio, lo que es decir en cautiverio de tus propios habitos de pensamiento, porque no hay otro.

 Puesto que eres un ser mental, veras cuan tonto es para ti esforzarte en mejorar sus condiciones, alterando tu ambiente, mientras dejas tu mente sin cambio.

Procurar esto es predestinarte a la desilusion.

 La mente es causa, y la experiencia es efecto.

 Si no te gusta al experiencia o efecto que estas obteniendo, el remedio obvio es alterar la causa, y entonces el efecto naturalmente se alterara tambien.

 

Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que tambien lo de afuera sea limpio. (mateo 23:26)

Emmet Fox