TRES NIVELES DE GURÚS
Por Fernando Candiotto
En Oriente, el término“Gurú” se utiliza para referirse a un maestro espiritual, y esta es la definición que el “Diccionario de la Real Academia Española” le asigna a dicha palabra. Del sánscrito “Gu”, “sombra”, y “Ru”, “destrucción”, un Gurú es alguien que destruye las sombras en el estudiante; como un facilitador de Metafísica que le comunica a sus estudiantes los requisitos para transitar el Sendero de Ascensión y vela porque dichos estudiantes cumplan con estos requisitos.
De acuerdo con los textos sagrados del Hinduismo y la más antigua tradición de la India (y, por lo tanto, de todo Oriente), existen tres niveles de Gurús, a saber:
1)GURÚ HUMANO o APOSTÓLICO: cabeza visible, en el plano físico, de la Sucesión Discipular. A este se encuentran subordinados los diversos gurús encarnados de la Línea Discipular.
2)GURÚ ADEPTO o ASCENDIDO: Es un Maestro Ascendido de la Jerarquía Espiritual, quien da origen a la Sucesión Discipular.
3)GURÚ CELESTIAL (Divpa): Es un Ser de Luz Cósmico que, a través del Gurú Adepto o Ascendido, derrama sus bendiciones a toda la sucesión discipular de gurús encarnados.
Encontramos ejemplos de los diversos niveles de Gurús en la Iglesia Católica, donde Jesús es el Gurú Adepto, el Papa es el Gurú Apostólico de la misma, y por medio de los cardenales, obispos y sacerdotes de la Iglesia, el Darshan del Maestro Jesús se derrama sobre la feligresía.
Igualmente, en distintas líneas discipulares del Buddhadharma tibetano encontramos los tres niveles de gurús. Por ejemplo, en la línea Gelugpa, el Dalai Lama es el Gurú Apostólico; el Señor Gautama Buddha, el Gurú Ascendido; y Amida Buddha, como Dhyâni Buddha del Señor Gautama, es el Gurú Celestial.
Así como estas, encontramos múltiples líneas discipulares que, por medio de sus diversos niveles de Gurús, transmiten la radiación y la enseñanza espiritual que conduce, a quien la vivencia, a la realización de la Divina Presencia “YO SOY”.
En la Sucesión Discipular de la Enseñanza Espiritual Metafísica, del mismo modo, se observan los tres niveles de Gurús: Rubén Cedeño, como depositario de la Sucesión Discipular de Conny Méndez, sería como el Gurú Apostólico; el Maestro Saint Germain, como el Gurú de Conny Méndez y originador de la Línea Discipular, sería como el Gurú Adepto o Ascendido. A partir del momento en que el Maestro Saint Germain, como Avatar de la Nueva Era de Acuario, adquiere la Décima Iniciación y pasa a trabajar en la Conciencia de Amida Buddha, se convierte en una encarnación de la Luz Infinita del Esplendor sin Límites para nuestro planeta. De este modo, Amida Buddha se transforma en Gurú Celestial de la Metafísica, y, a través de Amida Buddha, la Sucesión Discipular de la Enseñanza Espiritual Metafísica recibe la bendición del Âdi Buddha Vajradhara, el Buddha Diamantino de la Inmutabilidad Eterna de la Existencia Pura Imperturbable.
Así como la electricidad pasa de una planta transformadora a otra, del mismo modo, la Magia del Poder Espiritual o Darshan del Gurú Celestial se transmite, en orden jerárquico, a la Sucesión de Gurús Ascendidos; por medio de estos, al Gurú Apostólico encarnado en el plano físico; y desde este último, a cada uno de los gurús o facilitadores encarnados que forman parte de la Sucesión discipular, quienes derraman este darshan sobre sus estudiantes.
Es por esta razón que, en los momentos de crisis, cuando la Metafísica ha sido atacada, menospreciada, ignorada, han dudado de ella, han humillado a sus facilitadores, el propio Maestro Saint Germain se ha presentado para dar su protección.
Un día, en el programa de televisión “Almorzando con Mirta Legrand”, la conductora le preguntó a la conocida Maestra de Yoga Indra Devi, cómo se podía reconocer a un buen maestro de yoga. Indra Devi le respondió: “Cuando usted quiera saber si un maestro de yoga es bueno, pregúntele quién es su maestro. Si le contesta esta pregunta, entonces pregúntele quién es el ‘maestro de su maestro’. Si responde, pregúntele quién es el ‘maestro, del maestro de su maestro’. Si puede contestar estas tres preguntas, ese es un buen maestro de yoga”. Eso es una sucesión discipular.
Cuando quieras saber si un facilitador es un buen maestro de Metafísica, hazle estas tres preguntas.