miércoles, 11 de julio de 2012

Conociendo (más) a Sócrates

El diálogo como género : La importancia del diálogo como género filosófico de innovación, no sólo para Platón, sino para los miembros del grupo : “Más de diez autores ligados al grupo de sócrates compusieron en el lapso de unos veinticinco años unos trescientos diálogos que compartían el rasgo de colocar a Sócrates en el sitial del protagonista”. De Sócrates sabemos sabemos de la mayéutica como método , de esa necesidad de aprender a pensar contra sí mismo como condición del saber; sabemos de su vocación política por la verdad y de la necesidad de asepsia material para pensar; sabemos que su actividad como filosofo fue indicada por el oráculo de Delfos y que la filosofía está más cerca de la ignorancia que de la totalidad de un saber: el “conócete a ti mismo” es más voluntad de vacio que de plenitud. Lo que sabemos de Socrátes lo sabemos por Jenofonte , por Aristófanes, por Platón , por Aristóteles, por relatos de relatos. Nunca por él mismo . O sea, un silencio literario que otras literaturas filosóficas intentan completar .Por ello nos quedó de Socráte su muerte , una suerte de cascada existencial que reemplaza su escritura. Sócrates es el que murió por la verdad, el que sostuvo su pensamiento a pesar de todo. La cicuta pretende ser un tratado de ética para quien sepa escucharlo . Entonces, en la lectura de las apologías, en Critón o en Fedón de Platón , cada vez que Sócrates acepta su destino en nombre de toda la polis, la filosofía parece estremecerse de tanta verdad. Contra esta imagen sacrificial socrática arremete Nietzsche, con su martillo y su dinamita, hasta convertirlo en un personaje filosófico tan necesario para su obra como lo es su Zaratustra. Habla de su fealdad(“Se sabe cuán feo fue. Mas la fealdad, de suyo una objeción , entre los griegos es poco menos que una refutación “); que fue “un payaso que se hizo tomar en serio”;que en sus manos y en las de otro como él. Eurípides, lo valeroso de la tragedia griega derivó en un asunto de interioridad ciudadana y argumentación . O sea, dejó de ser arte para convertirse en metafísica.La Obra de Nietzsche inaugura una visión critica que buscara su permanencia en la filosofía posterior. Desde entonces Sócrates será visto con desconfianza, como el antecedente inau gural de todo sistema metafísico. Un extravio que, según Nietzsche, ha desplazado el valor de la vidaen dirección a un más allá . O sea, el sistema de una enfermedad: el de unir razón y moral y, con ello, hacer del pensamiento una actividad decadente.”Sócrates fue un mal entendido”. Dice Nietzsche, una farsa que se perpetúa en cualquier moral correctiva, sea la cristiana o la de la ciencia moderna. Sin embargo , Faucault vuelve a Sócrates a pesar del efecto Nietzsche en el siglo xx y de la fuerte influencia que éste tiene en su obra. Un retorno necesario que se sostiene en la palabra verdadera como modo de subjetivación; ya no la verdad universal de la metafísica sino la verdad sobre si, en Sócrates con un fundamento profético y un sentido pedagógico. Como Diógenes el cinico, Sócrates es un parresiasta. Es decir, alguien cuyo decir veraz, su “hablar franco” no se detiene ante la presencia del poder . Por ello afirma Foucault, el temor de Sócrates no es ante la muerte sino ante la posibilidad de interrumpir su tarea. Verse a si mismo de un modo inevitable y en tensión con las formas ofrecidas. Tal vez la figura de Sócrates puede pensarse como una necesidad vital del género filasófico. Cada época y cada filósofo compone su propio Sócrates. Algo asi como una declaración de principios a partir de los cuales se sienta posición . Por ello cada momento histórico ofrece los sonidos de su voz como parte de un canto polifónico más amplio. En cierta medida la historia de la filosofía puede ser vista como un enarme epistolario en el que, como en estas cartas ficcionales, intentamos volver al comienzo. Hacer un curso sobre Sócrates y su muerte, como dice Foucault. No como un testamento, sino como forma de seguir pensando.

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