lunes, 19 de mayo de 2014

Lección: 11


- "SENDERO" - GRAN RENUNCIA -


No se puede concebir la espiritualidad sin renuncia. Si en la espiritualidad no hay renuncia, hay muy poca espiritualidad, seria algo así como un lamentable sainete, tal vez lleno de colorines, inspiradoras frasecitas, dulces melodías, pero de trágico final.

A la gente lo que le horroriza cuando se le habla de “Renuncia” es del sufrimiento que esto le puede ocasionar y perder las cosas agradables de la vida. Pero no es tan así, ya les voy a explicar. La renuncia propia de la espiritualidad siempre es con gusto y si se quiere con una buena dosis de placer, todo lo contrario a lo que la humanidad cree. Te daré unos ejemplos. Si a alguien le gusta ser monje o monja, al meterse al convento dejara tras si la ropa de moda y no la vestirá mas nunca, pero vera como un sueño dorado, la ilusión mas grande de su vida, vestirse con su habito.

¿Entienden? Es una renuncia placentera. Cuando se ama mucho el transitar del sendero y te dicen que tienes que renunciar a comer carne, con un gusto increíble comienzas a estudiar vegetarianismo y te afanas por las dietas mas saludables y eso se convierte en un tremendo placer. Así mismo, con un gran gusto, se ve no asistir nunca mas a una discoteca, no beber mas alcohol, abandonar los vicios o no dejarse llevar por el amor desviante de una pareja. Son cosas que se realizan con gusto. Si la renuncia no se hace con gusto no se debe hacer, pero igualmente no existe Sendero alguno y espiritualidad sin Sendero no es espiritualidad.

Existe lo que se llama la “Gran Renuncia”, que de acuerdo a la vida del Maestro Jesús es la “Crucifixión”. No es que te van a clavar en una cruz, pero si vas ha vivenciar la renuncia que Jesús tuvo que hacer en la Cruz, con todos sus implicancias, juicio y traición. Pero también viviras lo mas glorioso del asunto: la Resurrección y Ascensión.

Ten muy claro que, “no hay Ascensión sin traición”, y tenlo muy pendiente, para que no te sorprendas y quejes por ello cuando este presto este proceso en tu vida. No es castigo, tampoco condenación ni siquiera karma. Cuando se tiene la instrucción de la “Gran Renuncia” y por consiguiente de la traición, se vivencia con la mente y el corazón en la esperanza de gloria que inevitablemente trae y no en lo duro que es. Es como cuando a alguien le duele una muela y tiene que pasar por el traumatizante episodio de su extracción, pero pensar que no le va a doler mas y que ese putrefacto diente cariado no estará mas en su boca, le hace salir del trance con heroísmo.
Si no se quieres, no hay por que pasar por la “Gran Renuncia”, si deseas, no la aceptes, no apures esta “copa de agonía”, pero si no se pasan estos profundos dolores, tampoco se gozaran de las claridades, expansiones y glorias que esto trae. No hay otra forma de que venga la Ascensión sino por la Crucifixión, y si te niegas, estarás postergando todo un universo de aprendizajes, develación de misterios y gozos en la Luz, atascando el proceso natural de tu evolución.

En la traición esta encerrado el misterio oculto de la “Gran Renuncia”, que es la presencia de Judas en la vida del Maestro Jesús, que lo condujo a la dolorosa crucifixión, para que luego coronara este proceso con la liberación de la Ascensión. Sin Judas, el Maestro Jesús jamás hubiera Ascendido y no se hubiera convertido en el Gran Maestro de humanidad que es.

Durante la “Gran Renuncia”, la punzada de la lanza en el corazón es de los procesos mas dolorosos que se pueden sufrir, donde se siente una opresión en el pecho muy fuerte y constante, producto del desamor de ese ser a quien se le entrego alma y vida, que luego da la espalda, condena y traiciona. Ese dolor perdura hasta que solo el perdón, a veces no fácil, solo viene después de procesar mucho aprendizaje, producto de la meditación constante en el proceso.

Uno se siente con los pies y las manos clavadas y es que te encontraras en la impotencia de no poder hacer nada a tu favor para defenderte, lo que digas será inútil o utilizado en tu contra, cualquier cosa que hagas será mal vista, mientras tanto los latigazos de la condenación y critica hacia ti, que todo lo diste, te irán lacerando por dentro y por fuera. No te puedes escudar. Lo tienes que sufrir, hagas lo que hagas, no hay remedio, no existe paliativo. La soledad en tu dolor, en el proceso es descollante, aunque tengas gente a tu lado, nadie entenderá ni podrá dar una palabra de aliento, ninguno se percatara lo que estas pasando y cualquier cosa que te digan te sonara superflua, no habrá quien comprenda el meollo de lo que te sucede.

Solo contemplar, meditar en un Crucifijo la pasión de Jesús de cómo siendo Jesús tan noble fue tratado tan injustamente, te dará a entender algo de lo que esto es, no hay otra, es el paso del momento, para poder seguir la espiritualidad que voluntariamente escogiste y aunque reniegues de ella, cuando despunta la aurora que inevitablemente vendrá, sabrás el porque y la razón de todo. El dolor poco a poco se ira atenuando hasta que desaparecerá y quedamente ira apreciando la Luz, de una claridad inimaginable, trayendo una felicidad no emocional sino profunda, que viene de lo mas recóndito del “Alma”, que es un atisbo de la “Libertad Suprema”. Esto te llevara a postrarte ante Dios, su Santos y Maestros en el “Altar de la Vida” colmado de agradecimiento al ver la Luz que resplandece ante ti, y que antes del proceso la ignorabas.

Veamos lo que dice el Maestro el Tibetano de La Gran Renuncia y que debemos tenerlo siempre presente: Llega a ser posible por las numerosas y conscientes renunciaciones menores durante muchas vidas, también los innumerables actos de desapego espiritual conducen eventualmente a la rotura de ese último hilo que involucra la muerte de todos los apegos de la personalidad. Lo único que queda después, son las relaciones en los niveles del Alma o Cristo. El camino del renunciamiento es siempre el del gozo. : "Sin poseer nada (sacrificio), sin embargo posee todo (universalidad)". Sólo a medida que el discípulo esté dispuesto a abandonarlo todo para servir a los grandes Seres, sin reserva alguna, alcanza la liberación, y el cuerpo de deseos se trasmuta en el de la intuición superior. Servir perfectamente cada día, sin pensar ni calcular para el futuro, lleva al hombre al estado del perfecto Servidor. ¿Puedo sugerir una cosa? Toda preocupación y ansiedad tiene por base principal un móvil egoísta. Temen sufrir más, se acobardan al pensar que tendrán otras experiencias penosas. La meta no se alcanza de esta manera, sino que se llega por el sendero de la renunciación. Quizás signifique renunciar a los placeres, a la buena reputación, a los amigos, o a todo a lo que el corazón se aferra. Digo quizás, no que sea así. Sólo trato de indicarles que si ese es el camino, por el cual tienen que llegar a la meta, entonces es el camino perfecto para ustedes. Todo lo que lleve rápidamente a Su Presencia, a Sus Pies de Loto, debe ser deseado por ustedes y ansiosamente bienvenido. El hermano negro retarda el progreso y moldea todo para sus propios fines; el hermano de la luz dirige sus esfuerzos a fin de acelerar la evolución y -renunciando a lo suyo, como precio de la realización- permanece en medio de las brumas, la lucha, el mal y el odio de la época, si al hacerlo puede ayudar a otros (sacándolos de la oscuridad de la tierra) afirmándoles sus pies sobre el Monte para que puedan ascender a la Cruz. A las almas generosas, que renunciaron totalmente a sí mismas, Dios nunca deja de comunicarles cosas elevadas en estos arrobamientos"

Puedes multiplicarlo, aunque tiene “Copia Registrada”
Siguen mas lecciones…

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